La casa Calmecac

Colibrí de tierra

El elegir mi calmecac me llevo un poco de tiempo porque a pesar de saber quién soy, mis objetivos en cada una de las cosas que hago y lo que quiero llegar a ser, fue complejo intentar plasmar esa idea en un nombre, para lograrlo uní dos palabras que se pudiera pensar no tienen ninguna relación , por eso explico:

¿Por qué colibrí?

La primera idea que quise poner en mi Calmecac es la que me impulsa a hacer lo que hago, el objetivo independiente a la meta fijada en cada una de estas, para mí, ayudar de cualquier forma, es lo que le da sentido, dirección y el toque de bienestar personal a las cosas, así, buscando una palabra que pudiera definir esto me encontré una leyenda maya:

Los mayas más viejos y sabios, cuentan que los Dioses crearon todas las cosas en la Tierra y al hacerlo, cada animal, cada árbol y cada piedra le encargaron un trabajo. Pero cuando ya habían terminado, notaron que no había nadie encargado de llevar sus deseos y pensamientos de un lugar a otro.

Como ya no tenían barro ni maíz para hacer otro animal, tomaron una piedra de jade y con ella tallaron una flecha muy pequeña. Cuando estuvo lista, soplaron sobre ella y la pequeña flecha salió volando. Ya no era más una simple flecha, ahora tenía vida, los dioses habían creado al colibrí.

De ésta forma es que esta misteriosa y delicada ave ha podido llevar a cabo el encargo de los Dioses:

“El colibrí lleva de aquí para allá los pensamientos y deseos de los hombres”

Interpreto el lleva de aquí para allá los pensamientos y deseos de los hombres, hacia mí, como la representación de ayuda que le puedes brindar a una persona y aunque sea solo un poco influya en el logro de sus metas.

¿Por qué Tierra?

Bueno al elegir esta otra palabra lo hice pensando en lo que deseo para mí, lo que soy (dentro de lo que eres es lo que haces) y lo que espero ser, así llegue a la conclusión que me gustaría tener las cualidades que la tierra tiene, hice una analogía, pensé en un pequeño ciclo, como cuando siembras o plantas algo en ella: Siembras la semilla y la tierra se encarga de aprovecharla, absorber todo lo que puede de ella, transformarla y regresarla en forma de fruto, así imagine cuando alguien te ofrece algún conocimiento, en cualquier ámbito, poderlo absorber, regresar (aunque de forma distinta) para que alguien más lo aproveche y seguir aprendiendo todo el tiempo (no solo intelectualmente).